Manolo Garboso
La historia de Manolo es casi un cuento de hadas. Manolo trabajó durante años como burro-taxi en Mijas (Málaga), donde burro y mulos son comúnmente utilizados para el transporte de pasajeros y equipajes. Manolo no podía continuar trabajando debido a un problema en sus cascos, por lo que su dueño le encerró en un establo durante siete meses. Hasta que Manolo fue rescatado por una princesa alemana que le trajo hasta nosotros, donde tiene una vida feliz.