Una mañana de miércoles nuestro equipo de Bienestar Animal recibió una foto de una burra en alto estado de abandono, prácticamente sin pelo cubierta de ampollas y heridas por todo el cuerpo. Una persona la había encontrado y nos pedía ayuda desesperado, dado que no sabía que podía hacer con aquel pobre animal. Rápidamente, nuestro equipo se puso en acción y comenzó la operación de rescate.
A los 31 años, cuando ya no era lo suficientemente fuerte para trabajar, Anastasia, una burra anciana, fue abandonada sufriendo en lo que debieron ser unas condiciones insoportables: literalmente, estaba siendo devorada viva por gusanos. Pero Anastasia demostró que tenía fortaleza suficiente para sobrevivir un poco más y consiguió aguantar hasta que llegó la ayuda de una amable vecina de la zona y de el Refugio del Burrito.
La romería se salda en 2018 con un 30% menos de intervenciones por bienestar animal. Las cifras más bajas de los últimos 5 años. Los casos de maltrato son muy puntuales, representando menos del 5%.
Aún así, el Rocio acaba con 9 muertes de équidos, 48 intervenciones por problemas de bienestar animal y 3 mulos de edad geriatrica intervenidos.
Los animales geriátricos, especialmente los mulos, y de alquiler son el grupo de mayor riesgo. Nuestra misión es erradicar totalmente cualquier tipo de maltrato.
La Policía Local realizó una redada en Badajoz para incautar cinco caballos y una mula que se encontraban en condiciones famélicas en manos de una caravana de tratantes nómadas portugueses dedicados al tráfico ilegal de animales y recogida y venta de chatarra. «Vienen de Portugal y trapichean con équidos en Extremadura. Y cada año es lo mismo», relata Carlos Rosa, un veterinario que dirige la clínica que se ha hecho cargo de los animales durante un mes hasta que pudieron viajar.
El Refugio del Burrito ha puesto a salvo a tres de los burros que fueron abandonados a la inanición y el sufrimiento en habitáculos oscuros y llenos de excrementos junto a mas de una veintena de animales en la conocida como “finca del terror”.
El equipo de El Refugio del Burrito respondió a un aviso sobre esta finca en Bormujos, Sevilla, y se horrorizó con lo que encontraron allí.
“El olor a muerte es devastador. Dos caballos en estado avanzado de descomposición, hay multitud de huesos de muchos animales esparcidos por todo el suelo, junto a este cementerio animal agonizan otros animales famélicos aún con vida sin agua ni comida” comenta Veronica Sanchez, Directora del Refugio tras la inspección de las instalaciones.
Por primera vez en España, frente a un caso de maltrato animal múltiple el juez considera un delito por cada animal maltratado, llegándose a imputar a un hombre diez delitos por maltrato animal y no solamente un único delito por el grupo de animales, como se había hecho hasta ahora. Está es una sentencia ejemplar y sin precedentes en España, marcando un hito en el bienestar animal y la lucha contra la impunidad hacia el maltrato en nuestro país.
Esta imagen es tomada en Segorbe, Castellón, el pasado viernes 10 de marzo, cuando El Refugio del Burrito (RDB), asociación protectora del burro, recibe una llamada anónima alertando de las pésimas condiciones en las que se encuentra este animal.
El esfuerzo conjunto de El Refugio del Burrito, el Ayto. de Utrera y su adoptante permiten dar una nueva vida a un burro geriátrico abandonado.
Vagando por el campo, sin comida ni agua y con los cascos sobrecrecidos. Así encontró la policía municipal a un burro, de unos 30 años de edad, abandonado en Utrera.
Tras intentar identificarlo sin éxito el burro ingresó en el centro zoosanitario de Alcalá de Guadaira. Fue entonces cuando Encarnación, concejala en el Ayto. de Utrera, se puso en contacto con El Refugio del Burrito para pedir ayuda.
Los burros mediterráneos miniatura, más conocidos como burros miniatura, son una raza originaria de las islas de Cerdeña y Sicilia.
A El Refugio del Burrito llegan burros de todas las formas y tamaños, pero un requisito particular de este estándar de raza es que el burro mediterráneo miniatura no debe alcanzar más de 91 cm a la cruz (parte más alta del lomo, donde se cruzan los huesos de las extremidades anteriores con el espinazo).
