El caso de Alicante - Juntos, Podemos - Caso de Callosa de Segura
Es nuestra firme voluntad teneros al día con los casos de los que nos ocupamos en El Refugio del Burrito. Volvemos a hablaros del caso de Alicante, el mayor al que nos hemos enfrentado desde nuestros comienzos. Fue en Callosa de Segura, en la provincia alicantina, donde descubrimos que un tratante tenía a unos 49 équidos en condiciones deplorables. Atados las 24 horas del día, trabados y con acceso limitadísimo a comida y agua, estaban, literalmente, a punto de morir de hambre. Pudimos rescatar a 9 de los burritos que encontramos allí. Lamentablemente dos de ellos tuvieron que ser eutanasiados nada más rescatarlos, dado el pésimo estado de salud en el que se encontraban. Otro murió a los dos días, y el resto se encuentra en nuestras instalaciones desde entonces, recibiendo todos los cuidados que necesitan.
El Refugio del Burrito interpuso denuncia penal contra el propietario por un delito continuado de maltrato animal y por violación de las Leyes vigentes sobre Bienestar Animal de la Comunidad Valenciana.
Aun así, el caso ha tomado un giro inesperado ya que la resolución tomada por el Juzgado Número 2 de Orihuela, considera que no hay delito y el juez ha decidido archivar el caso. No entendemos esta decisión, cuando se trata de una violación flagrante de la Ley 4/1994, de 8 de Julio, de la Generalitat Valenciana, sobre la Protección de los Animales de Compañía; y eso sin mencionar que este señor ha sido denunciado en repetidas ocasiones por maltrato y transporte ilegal de animales, y los informes del Seprona y la propia Consellería de Agricultura Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana, que pedía el cierre de la explotación y la inmovilización de los animales. Cosa que no se ha cumplido, ya que se trata de un tratante que ha seguido con su actividad en las instalaciones, donde, tras nuestra intervención, aún quedaron equinos a los que no se pudo rescatar.
Nos apena mucho este caso, porque demuestra la falta de concienciación sobre el bienestar animal que hay en ciertos sectores de la sociedad española, además del trabajo que queda por hacer en ese sentido. Aun así, no perdemos la esperanza y seguimos trabajando hasta conseguir esa concienciación y, como tema más inmediato, conseguir la clausura de la explotación y que los animales que allí queden vayan a lugares adecuados para ellos.
Ya hemos presentado recurso a la sentencia emitida por la Juez de Orihuela y además, estamos llevando a cabo una campaña de recogida de firmas para presentarlas ante el Ayuntamiento de Callosa, y la Consellería, ya que según sus ordenanzas municipales, tienen potestad para sacar de allí a los animales que aún quedan en una situación insostenible. Contamos incluso con el apoyo del Eurogrupo para la Defensa de los Animales en el Parlamento Europeo, que han enviado sendas cartas a las entidades pertinentes, para que el caso no se archive y se atiendan nuestras demandas.
Esos animales que siguen allí y otros que, sin duda, habrán llegado en estos meses, nos necesitan; tenemos que sacarles de semejante infierno. Os pedimos todo vuestro apoyo y que firméis la petición, porque entre todos vamos a hacer que esto cambie para bien.
Estamos seguros de que ganaremos esta batalla, pero necesitamos estar muy unidos: juntos podemos dar a estos animales la vida que siempre merecieron.