Conseguimos salvar a Rosie, la burra atacada por un perro, y hacer justicia en su nombre
El Refugio del Burrito, asociación protectora de burros y mulos, consiguió salvar a una burra que estaba siendo devorada viva por un perro y, después de cinco años, hacer justicia en su nombre.
Rosie, la burra de 17 años, fue encontrada con 100kg por debajo de su peso y heridas en todo el cuerpo, incluyendo marcas profundas de mordisco en el trasero que exponían el músculo. Su dueño, quien permitió que su perro atacara repetidamente al burro y no hizo nada para tratar sus heridas, fue absuelto en 2018 pero la Audiencia Provincial ordenó repetir el juicio el pasado febrero, donde ha sido finalmente acusado por maltrato animal.
El caso de maltrato animal de la burrita Rosie se ha saldado finalmente con una condena de nueve meses de prisión, la inhabilitación para la tenencia de animales por dos años y a pagar los costes ocasionados por tratar y cuidar a la burra todos estos años a la asociación, El Refugio del Burrito, quien se ha hecho cargo de llevar el caso a juicio y del animal hasta la fecha.
Los hechos se remontan al mes de agosto de 2015, cuando El Refugio del Burrito recibió un desesperado aviso de un ciudadano. El Refugio del Burrito trabajó con las autoridades locales para obtener el permiso de un veterinario para examinar a Rosie. El burro estaba en tan mal estado que fue inmediatamente ingresado en un hospital veterinario para recibir tratamiento urgente en Alicante.
Cuando Rosie llego a manos de los veterinarios, estaba en tan mal estado que la principal preocupación era que no sobreviviera a su terrible experiencia
Nicky Cohen, Asesor de bienestar animal, que dirigió el rescate de Rosie, nos cuenta: "Tan pronto como nos enteramos de Rosie, supimos que necesitaba ayuda urgente para salvar su vida. Después de trabajar duro con las autoridades locales para obtener acceso a ella, enviamos un veterinario para evaluar el alcance de sus lesiones. El burro estaba en una situación grave. No solo tenía heridas tan profundas que el músculo estaba expuesto, sino que estaba desnutrida, extremadamente débil y tenía un pulso muy alto.”
Nicky continua: "Rosie había sido abandonada por su dueño, nunca debería haber llegado tan lejos, pero en su momento de necesidad, íbamos a hacer todo lo posible para salvar su vida".
Rosie pasó 10 días en cuidados intensivos y otros 15 días en el hospital para recibir tratamiento adicional. Aquí pasó por un agotador programa de limpieza regular de heridas y extracción de tejido muerto, así como tratamiento con medicamentos en un intento por recuperarla. Allí también recibió todos los tratamientos de rutina necesarios que su propietario no había podido proporcionar, incluido el trabajo dental y de herrería en sus cascos y vacunas.
Más tarde fue transferida a una base de El Refugio del Burrito en Almeria para continuar su recuperación. Incluyendo cirugía adicional para corregir la herida más grande en su parte inferior.
Nacho Aguilar-Sebastian, cirujano veterinario que trató a Rosie, nos dice: “Rosie vino a nosotros en muy malas condiciones, era obvio que había maltrato y no había recibido la atención necesaria. No había garantía de que los tratamientos funcionarían para Rosie. Su condición era particularmente grave, y el plan de tratamiento era largo y necesariamente invasivo”.
En febrero de 2020, cinco años después de la terrible experiencia de Rosie, el Juzgado de lo Penal de Valencia le ha impuesto al acusado, además de la pena de nueve meses de prisión por un delito de maltrato animal, la inhabilitación especial para el ejercicio de profesión que tenga relación con los animales durante un plazo de dos años, con la prohibición de tenencia de los mismos durante el mismo periodo por un delito de maltrato animal, descrito en el Código Penal Art. 337.1, por permitir que su perro mordiera continuamente a su burro y no interviniera ni le brindara la atención veterinaria y el tratamiento que necesitaba.
“El juez lo condena ahora al entender que hubo por su parte una «inacción», ya que dichas lesiones precisaban desinfección, tratamiento quirúrgico, antiinflamatorios y cirugía correctora. De hecho, de no haber recibido atención veterinaria el animal habría fallecido.” Comenta rosa Chaparro, Portavoz de El Refugio del burrito.
El acusado siempre ha defendido que desconocía la gravedad del estado del animal y que su intención era llamar a un veterinario. Incluso en un primer juicio celebrado en 2018 se le llegó a absolver del delito de maltrato animal al considerar que no era consciente del grave estado de la burra, ni que permitiera, a conciencia, que éste fuera mordido por alguno de los otros dos animales.
No obstante, gracias a la persistencia de la Fiscalía de Medio Ambiente de Valencia y de la asociación 'El Refugio del Burrito', que recurrieron el fallo, la Audiencia Provincial de Valencia estimó el recurso e incluso apuntó que había pruebas suficientes para dictar una sentencia condenatoria. Así, ordenó repetir el juicio al incidir en que “la motivación y la valoración de la prueba no era la adecuada en cuanto a la conclusión de que el acusado no podía conocer el estado de la burra 'Rosie', tanto por la manifiesta pérdida de peso como por las evidentes heridas, que intentó tratar sin avisar a los servicios veterinarios” dicta la sentencia.
El juez también acuerda el comiso definitivo de la burra Rosie. Lo que significa que, tras 5 largos años, la burra pasa oficialmente a ser propiedad de la asociación y podrá seguir disfrutando de su vida de retiro en el Refugio del Burrito, el mayor santuario de burros y mulos en España.
“No hay excusa para que un burro sufra tanto como Rosie. La mayor alegría de ganar el juico es sin duda que nuestra dulce y gentil Rosie podrá seguir disfrutando de una vida libre de sufrimiento en El Refugio del Burrito, donde seguirá recibiendo todo el amor y la atención que se merece".
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