La eutanasia y lidiar con la muerte
Aunque la muerte de un ser querido siempre es triste, nunca pienses que la eutanasia es el resultado de una atención deficiente por tu parte. Decidir el momento correcto de la despedida será tu último gesto de generosidad y amor hacia tu burro.
Tomar la decisión de aplicar la eutanasia a tu burro es muy dura. Además del proceso habitual del duelo, puede provocarnos un sentimiento de culpa. Sin embargo, existen ciertos aspectos que has de considerar antes de la eutanasia y tras el fallecimiento del animal. Es mejor planificarlos a esperar a que llegue el momento, cuando puede que estés demasiado estresado y sensible para afrontar los aspectos prácticos.
El objetivo de esta ficha es ayudarte con la decisión de despedirte de tu amigo y darte la información que necesitas tener en cuenta.
¿Qué es la eutanasia?
La eutanasia (o «poner a dormir al animal»), es un acto humanitario final importante en el cuidado de tu burro. Siempre es una decisión dura pero necesaria cuando su calidad de vida se deteriora o ya no es buena.
¿Cómo valorar la calidad de vida del burro?
Una enfermedad grave, una lesión o los problemas del bienestar pueden afectar a un burro de cualquier edad, impactando negativamente en su calidad de vida. Si se da el caso, la eutanasia es la opción más benévola.
Los burros tienen un carácter estoico, por lo que tienden a esconder el dolor. A medida que envejecen, las enfermedades como la artritis, las afecciones dentales o los problemas en los cascos se vuelven más frecuentes. Estas dolencias pueden pasar desapercibidas conforme la calidad de vida del burro se puede ir deteriorando. Por este motivo, debes vigilarle de cerca y de manera frecuente ante cualquier cambio sutil en su comportamiento.
Ten un registro del comportamiento del animal para comprobar posibles cambios y considerar cualquier empeoramiento.
Aunque cada burro es diferente, ten presente las siguientes cuestiones a la hora de valorar la calidad de vida del tuyo.
¿Tu burro…?
• ¿Se mueve sin dificultad y cómodamente, especialmente al girar?
• ¿Puede echarse y levantarse sin ayuda o fácilmente?
• ¿Se revuelca sin problemas?
• ¿Come y mastica bien?
• ¿Respira correctamente?
• ¿Mantiene un peso saludable?
• ¿Muestra un comportamiento normal?
• ¿Goza de buena salud en general?
• ¿Es acosado por otros animales de la manada?
• ¿Sufre otras dolencias que afectan a su bienestar físico o mental?
• ¿Está recibiendo algún tratamiento médico de larga duración?
• ¿Está «contento»?
Puedes anotar tus respuestas en la ficha de evaluación sobre la calidad de vida que ofrece El Refugio del Burrito. Esta documentación te ayuda a comprobar posibles cambios o tendencias del animal, además de contar con información útil cuando hables con tu veterinario u otros profesionales de la sanidad animal.
Nuestras asesoras de bienestar animal ofrecen consejos y apoyo sobre el cuidado de los burros más mayores. También puedes contactar con veterinarios o profesionales sobre salud animal.
Tu veterinario puede llevar a cabo una valoración geriátrica anual. Este control será un buen momento para comentar cualquier problema de salud y conocer la opinión del profesional sobre la calidad de vida de tu burro.
Para más información, puedes consultar más información sobre cuidados del burro geriátrico.
¿Qué se puede planificar con antelación?
Planea la eutanasia preferiblemente antes que después, mientras tu burro tenga todavía salud. Es mejor ocuparse de los aspectos prácticos de la eutanasia con antelación antes que en ese momento tan complicado. Consulta las opciones con todos los miembros de tu familia para aseguraros de que estáis de acuerdo cuando llegue el día de decirle adiós.
En esta ficha técnica te dejamos todos los detalles prácticos para ayudarte con este proceso duro, pero necesario.