Campamentos nómadas portugueses y animales en riesgo de inanición
El pasado 3 de enero, la Policía Local realizó una redada en Badajoz para incautar cinco caballos y una mula que se encontraban en condiciones famélicas en manos de una caravana de tratantes nómadas portugueses dedicados al tráfico ilegal de animales y recogida y venta de chatarra. «Vienen de Portugal y trapichean con équidos en Extremadura. Y cada año es lo mismo», relata Carlos Rosa, un veterinario que dirige la clínica que se ha hecho cargo de los animales durante un mes hasta que pudieron viajar.
Entre ellos estaba la mula Margarita, que a pesar de su edad y su cojera, ahora reside felizmente en nuestro Santuario. Solo en un mes ha recuperado peso ya se le nota mejoría, aunque los daños psicológicos tardarán más en desaparecer. “Hemos intentando que la veterinaria la revise, pero ha sido imposible por el miedo que tenía, se ha orinado encima hasta tres veces y temblaba, claramente se veía estresada, así que hemos decidido dejarle espacio y le daremos más tiempo hasta que se familiarice con nosotros y se sienta cómoda” nos cuenta Coral Ruiz, Responsable de Bienestar Animal de la ONG protectora de équidos, el Refugio del Burrito.
En el informe veterinario inicial dicta que el animal presenta una boca en muy mal estado necesitando un limado dental urgente y posible extracción de alguna pieza dental. Presenta un estado corporal 1,5 en un estado de 1-5. También tiene dolores articulares en las extremidades posteriores posiblemente derivados de artrosis y del sobreesfuerzo a que ha sido sometida al ser el animal que se utilizaba como animal de tiro en la caravana intervenida.
Se considera que con un tratamiento de recuperación y paliativo para la artrosis la calidad de vida del animal puede ser buena. Ahora mismo está bajo tratamiento urgente con antiinflamatorios, evaluación radiológica y pendiente de que nuestro odontólogo equino le trate la boca. También la tenemos bajo una dieta con alto aporte calórico y con complejo vitamínico-mineral.
En este video se puede ver la maravillosa entrada de Margarita en nuestro Santuario:
“26 animales en total estaban acampados junto a sus propietarios, a los que ya en ocasiones anteriores se les había retirado animales en las mismas circunstancias. Cuando no les sirven porque son mayores o enferman los abandonan. Así no encontramos al burrito Candy, con sus 27 años vagando por una carretera nacional” , nos cuenta Coral Ruiz.
“Todos los animales incautados se encontraban con importante grado de caquexia y con heridas abiertas en las áreas donde van amarrados los arreos para el carro que le rozan por la delgadez extrema que tienen y el peso excesivo de los carros de los que tiran, que según se pudo comprobar va desde 450 a 500 kg entre carro, arreos y personas que van encima” nos cuenta Verónica Sanchez, Directora de El Refugio del Burrito.
Los animales no tienen acceso a ningún tipo de agua ni comida suplementada solo lo que van pillando por el campo, ya incumpliendo la norma básica de la tenencia de animales. La mayoría de animales presentan importante grado de deshidratación e inanición ya que en la zona en la que se encuentra no tienen agua y ellos van trasladando a los animales de campamento en campamento sin facilitarse el sustento básico. Por este hecho los animal se escapan para buscar comida, siendo una situación reiterada, ya que cada vez que vienen a Badajoz hay algún problema con los animales y los encontramos sueltos por las carreteras o fallecidos, lo que representa un caso de maltrato animal y de peligro sobre la seguridad vial.
Las condiciones higiénicas sanitarias también están ausentes, ya que estos animales no son desparasitados ni reciben ningún tipo de cuidado veterinario, ni siquiera cuando enferman.
“Este caso de maltrato animal es la consecuencia directa de un problema de exclusión social, la gente que forma esos campamentos no tienen recursos ni propiedades y es su forma de vida, son nómadas, sobreviven al margen de la legalidad. Van de sitio en sitio buscando sustento y chatarra. Compran, cambian y venden animales para ganarse la vida. Al final, como siempre los que pagan las desigualdades sociales son los más vulnerables, los animales y los niños. Esperamos que las autoridades competentes de Portugal hagan algo para ayudar a este colectivo y que puedan ganarse un sustento de una forma legal, que sus hijos vayan a la escuela y se rompa de una vez el círculo de la pobreza que encierra este terrible maltrato animal“ dice Rosa Chaparro, Economista Social y Responsable de Sostenibilidad del Refugio del Burrito.
Esperemos que las autoridades de Portugal tomen cartas en este asunto y apliquen medidas de inclusión social por el bien de este colectivo nómada, sus animales y el resto de ciudadanos. Desde el Refugio del Burrito agradecemos la labor de la Policía Local, el Ayuntamiento y el Seprona de Badajoz quien han cumplido con su obligaciones y la Ley de Protección Animal y se está ocupando de estos casos. Un gran ejemplo a seguir para otros ayuntamientos de España.
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