Cinco razones para ser mas burros
Los burros tienen fama de cabezones, lentos y aburridos – algo que en el Refugio del Burrito sabemos que no es verdad. Estos 5 hechos te demostrarán que a todos nos vendrían muy bien parecernos un poquito más a nuestros amigos de 4 patas.
Como expertos que somos en su comportamiento, sabemos que los burros no son sólo complejos e inteligentes: son animales inspiradores.
Si estás cansado de leer las mismas noticias en la pantalla de tu ordenador, te alentamos a que aprendas algo nuevo de estos increíbles equinos.
1. Los burros son amigos de por vida
Por ejemplo, nuestra popular pareja Minie y Magdalena. Tanto fuera, en los prados, como dentro de sus establos, es complicado adivinar que han sufrido tantas dificultades juntas.
Por suerte, cuando fueron encontradas, en un estado lamentable, la pareja ya se había unido de por vida. A través de las dificultades y los tratamientos, como la operación de un sarcoide, se tienen la una a la otra para apoyarse. Diez años más tarde, son todavía una pareja feliz, leales y cariñosas. Sería imposible que vieras la una sin la otra a su lado.
2. La sonrisa de un burro es su super poder
Si piensas que un burro te está sonriendo, piensa de nuevo.
Detrás de la “sonrisa” de un burro está, de hecho, su peculiar forma de procesar olores. Arrugando sus labios y mostrando sus dientes. Esto les ayuda a transferir olores interesantes o desconocidos al órgano que se encuentra justo encima de sus labios.
3. Los instintos naturales de los burros ayudan al medio ambiente.
Puede parecer que cuando los burros escarban en el suelo están molestando pero nada más lejos de la realidad, lo que hacen es utilizar su instinto natural para crear una cuerda de salvamento para las especies más pequeñas que se encuentran en la naturaleza.
En zonas desérticas, los burros salvajes escavan para acceder al agua que se encuentra bajo tierra. Los pozos que crean no son solamente para su propio beneficio sino para todos esos animales de pequeño tamaño que sin su ayuda no podrían sobrevivir en las altas temperaturas.
4. No juzgues a un burro por su tamaño: los burros vienen en todas las formas y colores.
Están los que tienen más altura, los Poitous de pelo largo, hasta los Miniaturas de color gris y fresa. Los burros vienen en todos los tamaños, algunos incluso tienen los ojos de color azul cielo.
Los burros no son solamente pequeños marrones y grises, tal y como a veces son dibujados en las tarjetas navideñas, sabemos con certeza que en el Refugio del Burrito algunos son grandes conquistadores.
“Un burrito en el camino polvoriento” es la primera imagen que le viene a todo el mundo a la cabeza cuando imaginan un equino. Sin embargo, existen 186 razas de burros – desde el Miniatura Mediterráneo, con solamente 80 cm de alto – hasta el Poitou de pelo enmarañado con 1.60 m de alto – y todos con su diferente tipo de color y pelaje.
5. Un burro siempre protegerá a su manada – no importa la especie.
Además de ser leales a sus parejas, los burros son conocidos por su habilidad para proteger grandes manadas.
El “perro guardian” del mundo equino, a los burros no les importa de qué especie son aquellos con los que viven cuando llega el momento de protegerlos de algún peligro. Los burros son apreciados por las comunidades agrícolas debido a su fuerte carácter defensor. Este carácter es muy importante cuando aquéllos con los que viven están en peligro.