A finales de agosto Bercebú, uno de nuestros burros adoptados, perdió a su adorado compañero Rocco.
Durante todo el tiempo en el que Rocco estuvo en el hospital, Bercebú no se separó de él, pero desgraciadamente las cosas no fueron bien y tuvo que volver a casa sin su querido compañero.
Una vez en allí, sus adoptantes Marian y Daniel notaron que Bercebú no paraba de rebuznar (algo nada típico en él). Ambos se aseguraron de colmar a Bercebú del cariño y atenciones que reclamaba mientras el equipo seguía en la búsqueda y entrenamiento de un nuevo compañero.